La ves salir y por un instante te vuelve a entrar la tentación de perseguirla; saber para dónde va, con quién es que está hablando, qué le causa tanta risa, por qué está tan tranquila. Hace mucho no lo sentías. Había dejado de ser objeto de tu curiosidad, porque de tu afecto quién sabe si llegue algún día a dejar de serlo, permíteme dudarlo.
Tienes que recordar que fue ella quien te dejó, qué haces tú preguntándote todavía que será de su vida? Deja de esculcar la casa buscando una foto tuya, no la tiene además ni que te perdieras de mucho. Acuérdate cuánto la amabas, pero también no dejes de acordarte el tamaño de la desilusión… todo lo que sufriste. Tu mamá que tanto la quería no la puede ni ver, ella puede ayudarte a recordar sin objetividad y con el veneno necesario para olvidar al amor de la vida, cuantas noches se desveló al lado de tu cama pidiéndote que no lloraras más, tratando de hacerte entender que no te amaba y que el amor es de todas las cosas, la que por ningún motivo debemos mendigar.
El amor tiene matices, tiene versiones y puede que no sea nunca tu media naranja, la otra mitad… pero estás cómodo, tienes lo que necesitas y más… hasta en la cama te complace sin cesar, que más puedes pedir, o es que acaso estás dispuesto a dejar tu zona de confort? Bien sabes que esforzarte no es lo que más te gusta en la vida, te gusta la comodidad, o no? las cosas fáciles te vienen mejor que las que hay que luchar hasta el cansancio, no te gusta cansarte, acéptalo a ti te gusta reírte, vivir alegre. Como decía esta niña con la que salías, la costeñita que estaba como rica… eche, a ti lo que te gusta es cogerla suave.
Sí, que importa, le pusiste el nombre que hacía parte de la escena soñada con ella al perro que tienes con la otra, y entonces? Que podemos hacer si fue con ella que llegaste a vivir lo que con tu quimera no se pudo. Acéptalo, venían de dos mundos diferentes, ella no soportaba tu falta de mmm digámoslo así inteligencia, tu te hubieras pegado un tiro aguantándote tanto drama; el perfeccionismo y la sicorigidez no están hechos para ti, puede que en tu closet todos los ganchos miren para el mismo lado y que tu pasatiempo favorito los domingos sea ordenar una y otra vez tu colección de camisas, pero acéptalo eso es sólo ahí, en el armario… para la vida prefieres dejar espacio a la improvisación, al factor sorpresa, a la emoción que traiga cada momento.
No te engañes más, no le deseas lo mejor, aún muchos años después no quieres pensar que pueda llegar a encontrar el verdadero amor. Sientes un fresquito que recorre todo tu cuerpo cada que la ves darse ese amago beso frío y rutinario, que es cómo un código tácito entre ellos de que tienen lo que necesitan, pero no se preocupan por pensar o no si se siente como amor del bueno, ese pacto de no agresión entre ellos, que les impide cruzar los límites de lo indecible, y a ti, en realidad te encanta.
Pero ya, deja de pensar en eso. La verdad es que cuantas veces la veas y bien sabes que te va a tocar seguir haciéndolo mientras los dos estén por acá, seguirás sintiendo que estás en el lugar equivocado. Por favor concéntrate, acuérdate que es eso, estar donde estás y con quién estás,– por cierto, sabes que eres, feliz por el momento, mientras no pienses en lo que sientes- o estar sólo y eso, sabemos de sobra que no lo soportarías. Más bien vuelve a tu sitio, acuérdate que en esta momento, los pensamientos se están haciendo cada vez más “visibles”, pilas te arriesgas a que sepan que tu corazón y por ratos a veces también tu mente y tu cuerpo están en otra parte. Vuelve aquí con todo y tus recuerdos, mejor quédate donde estás.