domingo, 15 de agosto de 2010

Cada día más aquí que allá

La ves salir y por un instante te vuelve a entrar la tentación de perseguirla; saber para dónde va, con quién es que está hablando, qué le causa tanta risa, por qué está tan tranquila. Hace mucho no lo sentías. Había dejado de ser objeto de tu curiosidad, porque de tu afecto quién sabe si llegue algún día a dejar de serlo, permíteme dudarlo.

Tienes que recordar que fue ella quien te dejó, qué haces tú preguntándote todavía que será de su vida? Deja de esculcar la casa buscando una foto tuya, no la tiene además ni que te perdieras de mucho. Acuérdate cuánto la amabas, pero también no dejes de acordarte el tamaño de la desilusión… todo lo que sufriste. Tu mamá que tanto la quería no la puede ni ver, ella puede ayudarte a recordar sin objetividad y con el veneno necesario para olvidar al amor de la vida, cuantas noches se desveló al lado de tu cama pidiéndote que no lloraras más, tratando de hacerte entender que no te amaba y que el amor es de todas las cosas, la que por ningún motivo debemos mendigar.

El amor tiene matices, tiene versiones y puede que no sea nunca tu media naranja, la otra mitad… pero estás cómodo, tienes lo que necesitas y más… hasta en la cama te complace sin cesar, que más puedes pedir, o es que acaso estás dispuesto a dejar tu zona de confort? Bien sabes que esforzarte no es lo que más te gusta en la vida, te gusta la comodidad, o no? las cosas fáciles te vienen mejor que las que hay que luchar hasta el cansancio, no te gusta cansarte, acéptalo a ti te gusta reírte, vivir alegre. Como decía esta niña con la que salías, la costeñita que estaba como rica… eche, a ti lo que te gusta es cogerla suave.

Sí, que importa, le pusiste el nombre que hacía parte de la escena soñada con ella al perro que tienes con la otra, y entonces? Que podemos hacer si fue con ella que llegaste a vivir lo que con tu quimera no se pudo. Acéptalo, venían de dos mundos diferentes, ella no soportaba tu falta de mmm digámoslo así inteligencia, tu te hubieras pegado un tiro aguantándote tanto drama; el perfeccionismo y la sicorigidez no están hechos para ti, puede que en tu closet todos los ganchos miren para el mismo lado y que tu pasatiempo favorito los domingos sea ordenar una y otra vez tu colección de camisas, pero acéptalo eso es sólo ahí, en el armario… para la vida prefieres dejar espacio a la improvisación, al factor sorpresa, a la emoción que traiga cada momento.

No te engañes más, no le deseas lo mejor, aún muchos años después no quieres pensar que pueda llegar a encontrar el verdadero amor. Sientes un fresquito que recorre todo tu cuerpo cada que la ves darse ese amago beso frío y rutinario, que es cómo un código tácito entre ellos de que tienen lo que necesitan, pero no se preocupan por pensar o no si se siente como amor del bueno, ese pacto de no agresión entre ellos, que les impide cruzar los límites de lo indecible, y a ti, en realidad te encanta.

Pero ya, deja de pensar en eso. La verdad es que cuantas veces la veas y bien sabes que te va a tocar seguir haciéndolo mientras los dos estén por acá, seguirás sintiendo que estás en el lugar equivocado. Por favor concéntrate, acuérdate que es eso, estar donde estás y con quién estás,– por cierto, sabes que eres, feliz por el momento, mientras no pienses en lo que sientes- o estar sólo y eso, sabemos de sobra que no lo soportarías. Más bien vuelve a tu sitio, acuérdate que en esta momento, los pensamientos se están haciendo cada vez más “visibles”, pilas te arriesgas a que sepan que tu corazón y por ratos a veces también tu mente y tu cuerpo están en otra parte. Vuelve aquí con todo y tus recuerdos, mejor quédate donde estás.

martes, 10 de agosto de 2010

Tu abuela salió de Woodstock


Sientes en tu espalda, clavada, esa mirada inquisidora. Qué ocurre? Se levanta una señora entre sonrojada y apenada, mientras intenta arrastrar sus ciento cincuenta y cuatro años, echa una mirada fulminante. -Es que ya no respetan ni los sitios públicos, ala que horror, -balbucea- mientas hala al viejito que aún con sus ciento cincuenta y seis años se muestra intrigado y por qué no decirlo, interesado… entre antojado y provocado quién sale haciendo gestos con la mano en la cabeza de que su pobre señora esta loca. -No le hagan caso caray, esa falta de hormonas es algo muy complicado.

-Algo me dice que otra vez estamos hablando muy duro.

-Nena, tu por qué no me dices, acuérdate que yo no me doy cuenta…

- Hay, es que acaso tu crees que yo si? Además pues lo siento… si no les gusta bien pueden irse, de hecho ya se fueron.

-Hemos ido desocupando las mesas de los lados, tal vez porque ya es tarde, tal vez los temas están un poco candentes.

-Yo por mi parte, no puedo más. Pidamos la cuenta, me duele el estómago de reírme.

- Para los que están hoy nuevos quiero decirles: no se preocupen que no siempre somos así…

-No, claro que no… a veces somos peores.

-Niñas por favor, a este paso nos va a tocar hacer el próximo martes de pic nic en vez de martes de visa. A este paso, el parque del virrey es el único sitio del que no nos van a sacar.

Todo empezó bailando, fuimos llegando, reconociendo. Hay una vieja leyenda que dice que las almas gemelas son pedazos de una misma alma que en algún momento y por una circunstancia que no es del todo conocida, se fragmentó y pasará toda la vida tratando de reencontrase con ella, consigo misma, con los pedacitos que fue perdiendo a lo largo del camino. Así lo estamos haciendo.

-Mira, de dónde sacaste lo de la manzana? Y sobre todo, cómo sabes dónde se pone y cómo sabes los detalles de cómo se practica con ella?

-Ya te dije, Ilana, me lo enseño mi abuela.

-Tu que? no inventes. Sí, mi abuela, le encantaba hablarme de esos temas… hay la vieja! Cuanta falta me haces, no te imaginas. Decía que no había nada peor que una mujer atenida y sobretodo si además era lerda en la cama.

-No te lo puedo creer, la super abuela osea ya quisieramos todos una así.

-Tú de qué te quejas no es la tuya la que se tira en canopy y en parapente mientras se toma un aguardiente y echa la madre?

-Jaaa pues si pero eso es diferente, es de las que cree que hablar de sexo en público es muestra clara de malos modales.

Silencio en la corte, de pronto habla nuestra querida supervisora un cuarteto así en teoría necesitaba una líder positiva que las aterrizara y las encausara. La capitana es cierto pero de la rumba y el relajo… Dios las hace y el diablo las junta, como en alguna ocasión me dijeron.

-Ya se por qué es que se parecen tanto, se quieren entrañablemente, aunque de ti no es raro, tu quieres a todo el mundo y si no, haces el esfuerzo, pero tú…

-Y el punto, el argumento del momento… la suuper idea era?

-Ah, si las abuelas.

-Bueno, ya sabemos cómo eres, en tu cabeza debe tener sentido pero por lo menos puedes hacer el esfuerzo de ponerlo en palabras, de terminar las frases…

-Somos lo que somos por las abuelas que tenemos: tu abuela salió de Woodstock, y la mía y la tuya… ah y por supuesto la tuya, la de la manzana, piénsenlo.

La carcajada se oye fuerte y empiezan de nuevo las miradas primero de reojo y después, cada vez más fulminantes.

Amigas de la vida, una habla de ángeles; la otra contesta el celular y empieza a dar explicaciones; el jugo sin azúcar, sin leche y si el plato tiene huevo o crema por favor no me lo traiga; estoy contestando un post muy chistoso juaa!; neeeena lo importante es que no comas eso, la vela sirve porque sirve! pero tienes que decidirte a poner de tu parte; que la comida no se bota, sabes a cuantos niños podríamos alimentar con cada cosa que dejas? Lo siento, estoy llena y no me cabe un arroz más. Siete temas al tiempo todas siguiéndolos todos, hablamos solas, de a dos y de a tres, todas al tiempo, cada una en su globito posmoderno: dícese del móbil que nos sirve para aislarnos de cualquier tema mientras estamos en una reunión social. Nadie juzga, los invitados coinciden en que esto sí es una verdadera terapia de la risa. El amor verdadero y desinteresado entre mujeres que cuando existe llega a ser mejor que la más profunda de las relaciones fraternales empieza a flotar en el ambiente, todas tan diferentes pero esencialmente siamesas… Sinestesia, nos leemos los pensamientos, nos complementamos tanto que el espejo brilla hasta que asusta. Seguro es martes, estaremos reunidas antes de que nos veten aprovechando una promoción publicitaria en algún restaurante de la zona.

Algún comentario que no es verde menta ni limón sino verde encendido, verde biche incandescente, de esos que la clasificación de la censura tiene tal vez más letras de las cifras que caben en una calculadora financiera hace que vuelvan las miradas, esta vez el mesero antes de poner en riesgo la propina de la mesa de la esquina, nos trae disimuladamente la cuenta.

- Niñas, creo ! que una vez más nos echaron...

- amargados ellos, nosotros sólo sabemos una cosa.


Envidia… Es mejor despertarla que sentirla.